Hoy he estado montando y flipando con el dolor que supuraban algunos planos. El dolor de recordar cómo los hicimos, lo que nos costó. Eso sí, tú ves el material y no lo adviertes. Lo he recordado al oír, en medio de una toma, una voz en off, susurrante, que decía: "Ay, Dios".
Alejandro, mi montador, totalmente ajeno al drama, no lo había escuchado.
-¿Quién dice "Ay, Dios"?, me pregunta. Era Txitxo, el cámara.
-Pero, ¿porqué? ¿Qué pasaba?
Claro, resulta que no tenía el plano nada de peligroso, a primera vista. La trapecista juega con la tela. Lo que ocurría, era, sencilllamente, que la hicimos repetir el plano una docena de veces, eso antes de que empezaramos a grabar, haciendo ensayitos. Cambiamos de posición los palos... Ahora recuerdo más cosas.
Los palos que sostienen la tela no estaban ahí al comienzo. Había un Truss colgado de una grúa, creo. Claro, el tema es que yo dije que el final del truco no se veía en plano. Pero en el plano anterior, que rodabamos antes que ése, un general, SÍ QUE SE VEÍA el truss. Por lo tanto, sin cortarme un pelo, pedí que quitarán la grúa y el truss. Eso ocasionó un temblor general, porque había costado UN HUEVO poner la grúa y el truss ahí. Así que había que construir unos palos de circo que funcionaran de verdad. Oskar, de reyes Abades, no lo dudó un segundo y se puso manos a la obra. Mientras, rodamos el general, y cuando Oskar terminó, probamos los palos a la trapecista.
Por eso la trapecista estaba un pelo insegura. Aquello era nuevo. Además, en el plano la cámara estaba colocada justo debajo de ella. Concretamente, si se caía, pongamos, de unos doce metros de alto, caía sobre la cámara, y sobre Txitxo, obviamente. Por eso decía Txitxo, susurrante, "Ay, Dios".
Alejandro no cayó en la cuenta. Ni falta que hace. Veremos la peli y nadie caerá en la cuenta de esas pequeñas cosas, porque para eso se hace cine. Para que la gente piense en lo que le cuentas, no en cómo, ni porqué, ni para qué. Eso es lo grande, lo jodido y lo doloroso del asunto. Y si no te gusta, a trabajar en Caixa Nova.