sábado, 2 de octubre de 2010

BBQ, Texas, Electrifying Madness


Ya en madrid. Despues de la resaca del jet-lag, y toda la mandanga, me siento un momento para relajarme y contaros cómo el último día hubo una fiesta en un pueblo fantasma, a media hora de Austin. Mucho más feo que Tabernas, pero con un encanto naïf que lo hacía único. Elijah y Vigalondo fueron electrocutados en una máquina aberrante que lanzaba rayos como en el laboratorio de Frankenstein, al ritmo de la máquina más salvaje. Todo esto a las doce de la noche en medio del desierto. A parte de eso poca cosa, una BBQ que no desmerecía a la de la matanza de Texas, sobre mecanotubos, una vaca entera, mucho tequila y mucho adolescente con ganas de ser malote. Tim estaba contento y Nacho más, celebrando su cuarto año de permanencia en el Festival. Yo diría que Big Allondow es YA el festival, la gente le jaleaba tanto como al mismísimo Mr. Wood. Stuart Gordon andaba por allí, perdido, como los distribuidores de mi pelicula en US, y muchos fans alcoholizados que aseguraban que Balada era la mejor película de este año. Seguro que al japonés de calzoncillos de sumo le dirían lo mismo... Pero no, la verdad es que la acogida fue soberbia. Todos asombrosamente encantadores y solícitos. Spanish Icon, me llamaba Big, mientras me recomendaba meterme en un extraño laberinto que había al final del Ghost Town, imagino que para perderme de vista. Conseguimos salir, y montarnos en el autobús enorme que nos devolvió al hotel, para, sin tiempo de dormir, coger el avión de vuelta a casa.

Cuelgo algunas cosas poco a poco: tengo imagenes de la fiesta en el pasillo, tengo imágenes de la geisha haciendo striptease, tengo imagenes de Nacho masturbándose (pero no creo que sea conveniente), y un poco de Elijah y Big Allondow electrocutados en la parrilla nocturna. El más votado, lo cuelgo.