lunes, 23 de agosto de 2010

Malheridos en el campo de batalla

Queda una semana. Una semana para cerrarlo todo. el miércoles cerramos sonido, el lunes imagen. Tendré que cerrar sonido sin la bobina cinco. Eso me jode y me histeriza. No ha habido manera de hacerlo mejor, al parecer. No se podía organizar de otra manera, quizá para que Ferrán tenga el máximo de tiempo posible. Yo no veré la película completa en ningun momento. Tengo que fiarme de mi instinto. Y mi instinto está dañado como mi ordenador, fragmentado, petado de virus, con programas repetidos, sin RAM, con miles de imagenes imposibles de archivar y ordenar, y lleno de spam...

Afortunadamente el trabajo de Ferrán es excelente. Pero antes de alabar su trabajo, tengo que hablaros de alguien.

EL CASO SCHMUCKLER
Charly es mi amigo desde hace años, pero ayer me mandó este mail.

"¿cuarenta politonos de Shakira en la mezla? Alex, Vete a la mierda. Mejor aun, vete a tomar por culo. Llevo dos meses currando un mínimo de 17 horas. ¿ que me la suda?. ¿que solo quiero CUMPLIR? ¿pero como te atreves a decir eso?, con el esfuerzo DESCOMUNAL que estamos haciendo. No me puedo creer que digas eso. Me produce una triste enorme que lo pienses y mas aun que lo escribas. ¿que me la suda?. Te recuerdo que mi compromiso era hasta el 18 de agosto y he renunciado a mis vacaciones por la pelicula. Y en cualquier caso, si apareciera algún politono en la mezcla, será única y exclusivamente porque no viniste a revisar el sonido en estos mas de dos meses que llevo trabajando, o tal vez porque en lugar de ocho semanas he tenido apenas unos pocos días para cerrar el montaje. Alex, por favor, vete a la mierda".

Perdón. Esto lo produce el cansancio, la angustia, y la presión a la que estamos sometidos. Charly, te quiero. Lo estás haciendo formidable. Evidentemente, no me refería a tí. Sabes porqué lo digo y a quién me dirijo. Sabes que llevamos trabajando juntos años, y que las hemos pasado putas y siempre hemos estado unidos. Mándame a la mierda, Charles, tienes todo el derecho. Pero allí, rodeado de excrementos, te seguiré queriendo. Me retracto de lo que dije y lo borro del post, aunque nada tenía que ver contigo. Sabes que no he podido dedicarte el tiempo necesario porque estaba montando con Alejandro, mientras dormíamos en el suelo, o con las niñas, o probablemente, de resaca. Sé que ha sido demasiada presión, pero te aseguro que merecerá la pena. Tu trabajo es excelente, y lo das todo, y te quiero, pero sobre todo, te respeto.

Esto es muy duro.

jueves, 19 de agosto de 2010

FERRAN, DE MOLINARE

Como siempre, durante estos últimos años, no hay tiempo ni para respirar. Nunca me he sentido tan cerca de los taxistas, esa gente que trabaja doce horas al día y nunca descansan, ni domingos, ni fiestas ni veranos, ni calores ni hostias. Van a saco, sin paracaídas, a pelo, dispuestos a ser comidos por el aburrimiento, o por una navaja despistada, o por la crisis implacable.

Mi nombre es Alex de la Iglesia y trabajo en verano como una perra, o como un taxista, después de tres años sin vacaciones, incluso fines de semana, sin tener tiempo para pensar, y lo mejor: no hay tiempo para arrepentirse. Las gotas de sudor corren como caracoles babosos por mi frente. No hay solución ni alternativa. Hay que llegar. Hay que llegar. Hay que llegar. Hay que llegar. La coordinadora de post-producción de la pelicula, un personaje mezcla de Piglet con la bruja novata y el cerebro robado por Martin Fieldman, me dice que la película tiene que estar acabada el 25 porque el laboratorio pide tres días de conformado. Yo oí que eran dos días. Cansancio, Agotamiento, los grandes Dioses primigenios hacen mella en nuestros espíritus, pero seguimos adelante. ¿Sabéis por qué, pequeños incrédulos, inconscientes? Porque tengo un aliado: Ferrán.

FERRAN

Ferrán es un hombre tranquilo, pausado. Ferrán es elegante, suave, moderado. Ferrán es inteligente. Ferrán sabe explicarse. Ferrán no es un cachondo, no es un sinvergüenza, no es un "colega", ni pretende serlo. Ferrán hace su trabajo y lo hace increíblemente bien. Ferrán no se pone nervioso, no pierde los nervios. Ferrán no quiere ser mi amigo, quiere hacer bien su trabajo, y ESA ES LA MEJOR MANERA de ser mi amigo. Ferrán, oh Dios, Ferrán... Ni se queja ni se lamenta. ¿Sabéis lo que eso significa? ¿Sabéis lo que eso le diferencia del resto de los mortales? Ferrán es un Dios elegante, un Monstruo de la posproducción digital.

FERRAN ES UN PROFESIONAL.

Es lo mejor que puedo decir de alguien.

Como ya hemos dicho tantas veces, hasta un idiota límite, un minúsválido moral es capaz de hacer maravillas si tiene TIEMPO. Todos los que trabajamos lo sabemos. Con tiempo te pintas la capilla sixtina. El tema es hacerlo con los cojones en la garganta. Eso es lo que tiene sentido, porque así es la vida. Una maldita cuenta atrás. Un infierno de cobardes.

Ferrán lo hace. Lo hace a tiempo, sin perder los nervios y eso le hace crecer, le hace llegar a rozar la excelencia. Ferrán, vive Dios, sabe organizarse. Si yo supiera organizarme como Ferrán, malditos enemigos, cabrones del infierno, BASURA IGNOMINIOSA, dominaría el mundo. Pero yo no soy Ferrán. Afortunadamente trabaja conmigo. Ferrán tiene que acabar la película para la semana que viene.

Es imposible.

Pero yo confío en Ferrán.

Es más. Ferrán soy yo.

Y si Ferrán se equivoca, yo me habré equivocado.

Pero os puedo decir una cosa, viejos bastardos infieles: Dios está de nuestro lado.