Me encuentro en esa extraña frontera entre el sueño y la vigilia. Una especie de Twilight Zone mental, donde todo se confunde. Estoy dormido y despierto, agotado, meado y orinado, pero fresco. Apaleado como un perro viejo, pero alerta. Idiotizado, en suma. Acabamos hoy el rodaje a las cinco y media, porque ayer me pasé una hora, y eso me quitó una hora de hoy por la mañana. Putada brutal, pero hay que morder el polvo y enseñar los dientes. Ayer fue un día particularmente insidioso, con subidones y bajones mortales. Uno de esos días de rodaje donde se pone a prueba de qué pasta estás hecho, si eres plastilina de Imaginarium, o arcilla moldeable de las que te deja los dedos marrones, o acero de Altos Hornos. Yo soy más bien mierda de elefante caliente y humeante, recién horneada. Las hostias vuelan como moscardones que se chocan torpes sobre mi rostro entumecido, y lo llevo bien, pero empiezo a notar un dolor genital considerable. Podría contaros qué pasó, esa interminable sarta de diabólicas inconveniencias, pero es que hoy ha sido también demencial, y la mayoría se me han olvidado.
Recuerdo lo bueno. El estúpido y delicioso pasaje del terror, recuerdo las risas de su propietario, un hombre adorable que por un extraño tic nervioso acompañaba todo lo que decía con una risita final, un he, he, he graciosísimo, con el que soñaré toda la vida. Me angustiaba el tono de la secuencia, y cómo hacer para que el texto resultase verosímil, y a la vez seductor, y a la vez inquietante, y recuerdo a Carolina llenándolo de vida con sus ojos (sus ojos no son de este mundo, y no termino de acostumbrarme) y esa perversa belleza de su sonrisa. Recuerdo su cuerpo desnudo, recuerdo lo mal que lo pasó la pobre por mi culpa, por rodar esa secuencia a toda hostia en el último instante. No podía ir a cambiarse a vestuario, no había tiempo, y tuvo que hacerlo en el pasillo. Y el horroroso momento de "por favor, que halla la menor gente posible, para hacerlo más llevadero", y allí estábamos ochenta, el del estrobo, el que movía la cama, los cámaras, los foquistas, el script, la abuela que fuma... Y colocándole la pierna, y la cadera, para que la postura fuese bonita, y rodando toma tras toma y... Todo muy complicado. He rodado algunas secuencias de estas y sé lo mal que se lo pasan las actrices. No es fácil, y ayer mucho menos.
Discúlpame, Carolina, por ser un patán, y por no poder ofrecerte el trato de una reina, que es lo que te mereces. Gracias por tu comprensión y tu dulzura infinitas. Gracias por regalarme con tu generosidad una secuencia hermosa. ...Es que no tenemos roulotte. Eso que antes siempre había, y varias, incluso, en los rodajes, que te permitía poder descansar, y pensar, y cambiarte de ropa. Ahora no. En un pasillo polvoriento. Pero no me quejo, producción hace lo que puede. Lo entiendo. Son otros tiempos, hay cosas más importantes. Seguro que sí. Yo soy el responsable, lo sé, yo dije que podía hacerlo. No me quejo. Eso sí, no ocultaré mi sufrimiento.
Hoy rodamos en el cine, y he conseguido, de milagro, que Raphael mire a Carlos cuando entra. No lo explicaré, pero le mira mientras canta. Carlos ha estado magistral, iluminado, incluso brillante. Es un gran actor, y no lo sabe. Incluso se niega a reconocerlo, prefiere ser humorista, porque se encuentra más cómodo. Pero no es así, Carlos. Eres un actor extraordinario, mi pequeño Jose Luis López Vázquez. Te espera una carrera enorme de éxitos y me enorgullezco de haber estado cerca, a tu lado.
Teníamos running buffet, hoy, para comer. Yo lo llamo incomoding buffet, porque la cosa consiste en comer en media hora de pies. Así que, como soy de Bilbao, me llevé a los que pillé (otro día con otros) al bar de al lado y nos endiñamos (que diría Sancho) unas botellas de vino con unas cigalas. A eso lo llamo directing buffet. De pronto, se fue el mal cuerpo y los problemas. Todo iba de perlas. El espejismo duró poco, pero qué delicia. Sentirte por un instante dueño de la situación, sin sorpresas ni decepciones. Nadie dijo: perdona, Alex, pero en lugar de cigalas tenemos cacahuetes. No. El Marqués del Riscal siempre estará ahí, tal y como es. Perfecto. Rojo, denso. Riquísimo. Veinte minutos de felicidad. Dios bendiga el cine, al Marqués, Dios bendiga a los hombres de buena voluntad, y sobre todo, al dueño del pasaje del terror, al que querré siempre. He, he, he.
Ya ves que, al final, con pan y vino se anda bien el camino. Esos minutos de asueto, esa distancia que uno interpone con la realidad de forma momentánea, es lo que nos permite volver con mas ganas a coger al toro por los cuernos. Tu de eso sabes un rato, quete voy a contar. Ya sabes, cuando te agobies de nuevo, cigalas y tintorro con los compinches.
ResponderEliminarSalud
Sí, es la clave. Punto sietex tiene razón. Tenía que haberlo hecho antes, incluso.
ResponderEliminarUn texto precioso. Me ha llegado. Yo hoy tb estoy muy cansado... Buenas noches y He, He, He para todos.
ResponderEliminarPor querer dar un mini-paseo tras la comida y hablar de Tintín e Indiana Jones me perdí las cigalas. Con lo que me gustan. Mierda.
ResponderEliminarPara la proxima, cigalas hablando de Tintín e Indiana Jones. Hala, apañao.
ResponderEliminarQue alegria leerla Señora, me tenia preocupada.
ResponderEliminarEl pasaje del terror que guay!, ¿no hay alguna foto?
¡Anda!, si antes digo de poner una foto antes aparece (no si al final voy a tener magia de verdad), aunque no es del pasaje, pero bueno.
ResponderEliminar...Señora ¿Benzodiazepina y drynites XXL?
ResponderEliminar¡que visión...! ;-DDD
Con qué gusto he leído este post! Qué bonito, Álex. Vanesa y yo incluso estuvimos a punto de soltar una lagrimita con las palabras dedicadas a Carolina, porque es una chica maravillosa y le cogimos muchísimo cariño. Se merece que la traten como a una reina, donde quiera que esté y a donde quiera que vaya. Dale por favor muchos besos de nuestra parte. Y recibe tú también un montón de besos, a ver si al menos por un instante dejas de pensar en el dolor genital.
ResponderEliminarP.S.: ¿El dolor genital se llama así porque lo sienten los genios?
PERDÓN, PERDÓN!!! Tenía que escribir alguna imbecilidad, o no parecería yo. :P
Yo no soy orgulloso ni tengo sentido del ridículo. No me importa admitir que he llorado. No he llegado a soltar lágrimas, pero me ha faltado bien poco. Carolina se hace querer. Es una persona adorable.
ResponderEliminarDile que la queremos. Os queremos a los dos.
HE,HE,HE... Si ya lo dije yo, la sonrisa y los ojos de Carolina... no me extraña que la señora no se acostumbre.
ResponderEliminarAsí que cigalas y marqués. Pues menos quejarse y a rodar que son dos días y a mi me tocó hoy pizza en la oficina ;-D
Le estoy cogiendo el gustillo a esto de seguir las impresiones de un director desde el inicio del rodaje (las otras veces me enteré de los blogs de la señora muy tarde). Desde la distancia se ve todo como una vertiginosa montaña rusa en la que no sabes que será lo próximo que te sucederá. Como consecuencia veo a la señora como Jekyll y Hyde. Cocienzuda, dulce, monstruosa...
HE, HE, HE
Un abrazo.
Dios bendiga el cine y a todos los que trabajan en ello, oye.
ResponderEliminarcómo me emociona todo esto, el regustillo de leer un rodaje en directo, me dan ganas de presentarme allí y decir "hola, vengo a incordiar.. se puede" jajaja
ResponderEliminarMe gustaría ver una foto del dueño del pasaje del terror... recuerdo aquella época currando en el parque de atracciones, eso sí que era terrorífico...
Por cierto, con quién has hecho los decorados?? La proxima vez Forma y Color, coño... spam spam spam. Porque creo que Moya está muy parao... en casa se preguntan "con quién se nos ha ido la señora?"
ResponderEliminarCosas riiiiiica, cosa güenaaaaa he he he
ResponderEliminarLa comida es un pelotazo y además son 2 veces al día.
yo estaría to er santo día comiendo gambas al pil-pil.
Se me a venío a la cabeza el ratatouille. Qué chulería eh el ratoncillo como movía las manillas
ResponderEliminar"por favor, que halla la menor gente posible..."
ResponderEliminarÁlex, Álex, Álex...
Pues da mucho gusto verla más contenta, Señora. La felicidad total ya sería que la Bang (vamos a llamarla la Bang, como se reconoce a las grandes) se pase por aquí aunque solo sea para saludar. ¡Queremos que salude la Bang!
ResponderEliminarOh, eso ya sería el despiporre. QUE SALUDE LA BANG!
ResponderEliminarSin palabras. Increible post. Emocionado¡¡
ResponderEliminarAllá tengo a Carolina, en el escritorio de mi móvil cortada por la cintura colgando de unos tentáculos de metal. Cuando lo ve la gente de Pamplona siempre preguntan: ¿Quién es?
ResponderEliminarPues la Bang.
¿Y eso qué es?
Frikismos. Creo.
Ah.
Oye, yo me apunto a la dieta de cigalas y Marques de Riscal...
ResponderEliminarPobre Carolina... tú sí que vales guapa!
ResponderEliminarUnas cigalicas pa mí también, asias.
Vamos seño, que ya queda menos!!!!! HE HE HE
CIGALAS Y TINTORRO!!
ResponderEliminar¡SACRILEGIOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
(No es posible. He leido mal seguro)
alguna posibilidad de ver algun dia el rodaje, aunque sea a lo lejos?
ResponderEliminarTienes que convencer al señor del pasaje del terror para que salga desnudo. Ya puestos...he,he,he
ResponderEliminarEstimada señora, sé que cuenta usted en su equipo con un fenómeno de chaval y un currante nato llamado Bruno, si se quiere reir un buen rato viéndole totalmente descolocado, digale lo siguiente: "Ay calienti". Le aseguro que con esa simple expresión le va a bastar para dejarlo planchao, pero de buen rollo ¿eh? Y cuando decida resolverle la intriga dele un abrazo fuerte de parte de "los Calientis de Casa Pipo". Suerte con el rodaje, querida señora, ya somos muchos los que estamos deseando ver la peli.
ResponderEliminarHoy veo que tampoco hay ganas de nuevo post, pero ya que estoy aquí que no sea en balde: os voy a contar una cosa, que espero sirva para levantaros la moral cuando las cosas vengan cuesta arriba (que es la mayor parte de las veces). Va especialmente por ti, Alex.
ResponderEliminarPues os cuento que en mi pueblo, donde yo nací (Selva: a las puertas de la cordillera de la Tramuntana, uno de los pueblos más bonitos de Europa!), había una señora que, con ochenta años, subía cada día a Lluch en bicicleta. Para que entendáis lo que eso significa, os diré que a Mallorca vienen muchos ciclistas de élite para entrenar, y la subida a Lluch es una subida seria. Yo, con veinte años, la dejé a la mitad y me tuvieron que bajar unos turistas, cargando con mi bici en el portabultos.
Hace tan sólo unos días pensé en esa señora. ¿Se habría muerto? Seguramente, si es que vivía, habría aparcado la bici para siempre. A lo mejor, ni la sostenían ya las piernas.
Bueno, pues hoy la he visto. Tiene ya 85 años. Hoy le han regalado una bici de 27 marchas, y se la ha llevado puesta tras hacerle una revisión de profesional. Y os juro que no me atrevería a echarle una carrera, y lo digo totalmente en serio: me han contado que es un bólido en la zona donde ella cabalga, y adelanta a los pelotones de domingueros como si nada; y aún tiene fuerzas y humor para hacerles cortes de mangas a los vehículos que le piden paso.
Creedme, es una gran verdad: todos tenemos exactamente lo que más queremos. Y no hay excusas que valgan. Alex, si de veras lo que quieres es que Balada sea una gran película, lo será. Sólo tienes que quererlo de verdad. Si dentro de unos meses resulta que no consigues la peli que tú quieres, será que, aunque tú no te dabas cuenta, había cosas que deseabas con más fuerza.
Y ojo, que eso no quita que haya que sufrir! Y si no que le pregunten a Madò Maria: y os dirá que cuando regresa tras hacer veinte kilómetros de montaña a veces acaba baldada. Pero al día siguiente vuelve a agarrar la bici y le hace una pedorreta a su coche, que tiene 28 años y está nuevo, en el garage, de no tocarlo.
Besos, besos, besos!!!!
Joana, genial post, en especial el penúltimo párrafo. GENIAL.
ResponderEliminar¡A mariconear a chueca!
ResponderEliminar¡A mariconear a chueca!
ResponderEliminarHe, he, he.
palabro de verificación ¡¡¡comor!!!
palabrita del ninio hezú
no lo he podido evitar
Querido Alex, bendito seas! Hoy he visitado a un amigo, y he visto que tenía en dvd la película EL CORAZON DEL GUERRERO, de mi paisano Daniel Monzón (aprovecho para desearle mucha suerte en esta edición de los Goya, se la merece!). Había leído pésimas críticas de esta película, y no la llegué a ver. Pero tú hablaste bien de ella y me animaste a verla, si tenía oportunidad. Y tenías razón. Creo que es una película más que decente, de hecho tiene cosas muy buenas (qué guapa está Neus Asensi! Siempre me ha gustado esta actriz, tiene un yo qué sé y un qué sé yo que…), he pasado un rato muy entretenido viéndola. Bueno, para qué mentir, la película me ha encantado. Gracias a dios o al demonio, no tengo tanto paladar cinéfilo como para percatarme de los posibles fallos, y he disfrutado como una condenada; seguramente si la hubieran hecho en Hollywood la parte fantástica estaría más elaborada, para que el público creyera que esa parte fantástica era auténtica, y no imaginación del chaval, pero en mi humilde opinión está mucho mejor así.
ResponderEliminarAmiguetes, ahí va un avance noticioso con esperanzas de que la señora nos de mas detalles, si es que encuentra un minutillo este fin de semana:
ResponderEliminarhttp://www.zonadvd.com/modules.php?name=News&file=article&sid=25382
Oh, oh: tres días ya sin postear...
ResponderEliminarMe huelo que la próxima entrada va a estar repleta de sangre, sudor, lágrimas, polvo y sufrimiento :(
Esperemos que, al menos, haya próxima entrada :)
Si, gracias Carolina...
ResponderEliminarPor cierto, chequen algunas frases inmortales de Pluton...
ResponderEliminarhttp://www.facebook.com/apps/application.php?id=289318494840
¿Cómo puede alguien reinventarse tan macabramente dejando en cada aparición el tufillo del mismo perfume?
ResponderEliminarEs esta Señora Mayor, está claro, la que me viene a traspiés profesionalmente... ¿podré plantarla delante de mi cámara? ¿O seré yo la que pierda el control de sus piernas?
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